Afrodita es la diosa de la belleza y del amor, de la lujuria. Su nombre significa
“surgida de la espuma”. El mito de su nacimiento, contado por Hesíodo en
la Teogonía, está relacionado con el nacimiento del Olimpo.
Gea,
incita a sus hijos para que se posicionen en contra de su padre, Urano, ya que
éste, movido por el odio, les obligaba a vivir bajo tierra. Con una hoz, Crono
-el hijo menor- cortó los órganos sexuales a su padre y los arrojó al mar.
Alrededor de los genitales surgió una espuma de color blanco, en cuyo centro
nació Afrodita.
Por
orden de Zeus, Afrodita se entregó a Hefesto. Sin embargo, no siempre le fue
fiel, pues según cuenta Homero en el canto VIII de la Odisea mantuvo un
romance con Ares, dios de la Guerra.
De
la unión de Afrodita y Ares surgieron Eros, Fobo, Anteros, Deimo y Harmonía. En
el plano terrenal, Afrodita se ve humillada a costarse con un mortal, Anquises,
del que engendra a Eneas; luego se las ingenia para decir que Eneas era hijo de
una Ninfa.
La
diosa del amor es conocida, asimismo, por ayudar a los mortales en sus
pretensiones amorosas, aunque también castiga a quien se opone a su voluntad.