Para definir qué es el "Pensamiento Lateral", nos apoyamos en lo vertido por la webTideca:
El pensamiento lateral se ha desarrollado como un instrumento para el uso consciente y deliberado de la perspicacia. La aplicación del pensamiento lateral y la enseñanza tienen su razón de ser en el hecho de que el último fin de ésta, no es la memorización de los datos, sino su uso óptimo.
El pensamiento lateral tiene mucho en común con la creatividad; pero mientras esta última constituye con excesiva frecuencia sólo una descripción de resultados, el pensamiento lateral incluye la descripción de un proceso. Ante un resultado creativo sólo puede sentirse admiración; pero un proceso creativo puede ser aprendido y usado conscientemente. Cada vez se valora más la creatividad.
Excelente cómic que adapta el libro famoso de Kipling, en castellano, en dos tomos, con dibujos expresivos y bastante buenos de Juan Arraz, aun cuando se trata de una publicación de 1971. Este cómic nos llega gracias al foro ExVagos. La clave para descomprimir el winrar es: mianmar. El servidor que aloja este archivo es 4Shared.
Asimismo les dejo un teaser en Issu para que se vean algunas partes de la publicación.
Aclaro que el enlace ni su subida tienen relación con esta web. Tampoco buscamos beneficio económico alguno.
Entonces un animal rutilante surgió entre las aguas agitadas y, en las tinieblas. Y empezó a llorar desconsoladamente.
Mazuelos era huérfano y guardaba al igual que el sauce, un vago recuerdo de sus padres. Así como el sauce era árbol que solo servía para cobijar a los campesinos a la hora cálida del medio día, Mazuelos solo servía en la aldea para escuchar las charlas de quienes solían cobijarse en la botica; y así como el sauce daba una sombra indiferente a los gañanes mientras sus raíces rojas jugueteaban en el agua de la acequia, así él oía con desganada abnegación, la charla de los otros, mientras jugaba, el espíritu fijo en una idea lejana, con la cadena de su reloj, o hacía con su dedo índice gancho a la oreja de su botín de elástico, cruzadas, unas sobre otras, las enjutas magras piernas.
Mazuelos estaba enamorado de Blanca Luz, hija del juez de Primera Instancia, una chiquilla de alegre catadura, esmirriada y raquítica.
Si Hebaristo, el melancólico sauce de la parcela en vez de ser plantado en las afueras de P., hubiera sido sembrado como era lógico, en los grandes saucedales, su vida no resultaría tan solitaria y trágica.
Aquel sauce, como el farmacéutico Mazuelos, sentía, desde muchos años atrás. La necesidad de un afecto, el dulce beso de una hembra, la caricia perfumada de una unión indispensable. Envejeció Evaristo, el enamorado boticario, sin tener noticias de su amada Blanca Luz. Envejeció Hebaristo, el sauce de la parcela, viendo secarse, estériles, sus flores en cada primavera. Solía, por instinto, Mazuelos, hacer una excursión crepuscular hasta el remoto sitio donde el sauce, al bordo del arroyo, enflaquecía. Sentábase bajo las ramas estériles del sauce y allí veía caer la noche.
El árbol amigo que quizás comprendía la tragedia de esa vida paralela, dejaba caer sus hojas sobre el cansino y encorvado cuerpo del farmacéutico. Un día el sauce esperó vanamente la llegada de Mazuelos. El farmacéutico no vino. Aquella misma tarde el carpintero de P. … enviado por el dueño de la “Carpintería y confección de Ataúdes de Rueda e Hijos”, llegó con una tremenda hacha y taló el sauce. Por la misma calle venían juntos el sauce y el farmacéutico, ahora si unidos para siempre. El sauce sirvió para el cajón del farmacéutico.
El alcalde municipal del pueblo, tomó la palabra en el cementerio: “aunque no tengo las dotes oratorias que otros, agradezco el honroso encargo que la sociedad de socorros Mutuos a depositado en mí, para dar el último adiós al amigo noble y caballeroso, al empleado cumplidor y al ciudadano integérrimo, que en este ataúd de duro roble”… y concluía: “Mazuelos tú no has muerto. Tu memoria vive entre nosotros. Descansa en paz”.
Al día siguiente el dueño de la funeraria, lleva al señor Urzueta una factura por un ataúd de roble por 18.70 soles. El alcalde reclamó airadamente que el ataúd no era de roble sino de sauce. El señor Rueda le dijo que era cierto; pero que entonces como se vería en su discurso la frase “duro sauce” en vez de “duro roble”. El alcalde pagó sin chistar.
A través de El Comercio tenemos esta infografía sobre escenarios y personajes reales de la novela El sueño del celta de Mario Vargas Llosa.
Gracias a Mundo Infografía les dejamos esta vistosa infografía sobre el narrador y poeta Mario Benedetti.
Gracias a la web Informativo Mayor les dejamos esta interesante infografía de César Vallejo.
Gracias a José Luis Barros Chaparro (en Newspaperdesigner) podemos tener estas dos excelentes infografías sobre La divina comedi.
Son tres las historias narradas en esta destacada novela de Vargas Llosa cuya temática es la dictadura,
la corrupción, el poder y el machismo latinoamericanos en sus peores formas, más delezanables, repugnantes y deshumanizadoras.
La segunda historia es la de Trujillo. La narración nos presenta al dictador en su vida pública y en sus costumbres íntimas. El narrador, al mostrarnos estos dos lados, consigue que apreciemos los diversos rasgos como persona (je), muy opuestos a los que podría haberse elaborado sobre la idea típica de un dictador. Lo humaniza, lo desmitifica en sus actos cotidianos, en sus pequeñas miserias y manías.
Si bien el eje temático de esta segunda historia recae en Trujillo, el lector, también se encontrara con una galería de personajes ligados al protagonista que van apareciendo y adquiriendo relevancia en el desarrollo de la novela. A estos personajes los ubicaríamos en dos grupos: El primero estaría conformado por la familia de Trujillo, y el segundo por los servidores políticos, en los que destacan el Coronel Johnny Abbes García, Henrri Chirinos y el ex presidente Joaquín Balaguer. Estos dos grupos se convierten en la puerta de entrada al mundo privado de la tiranía Trujilista, pues permiten al lector conocer, imaginariamente los diferentes conflictos y tensas relaciones desarrolladas por los involucrados en ese régimen.
A Trujillo, como decíamos, lo conoceremos presa de ciertas manías, entre ellas, su obsesión por la limpieza en sus subordinados, entre otros aspectos míticos de su imagen pública, en especial aquellos que le pintan ciertos atributos físicos como lo de nunca sudar en cualquier situación, o su capacidad desmesurada para satisfacer(se) sexualmente a las mujeres de su agrado, sin importar si eran las esposas o hijas de sus servidores, lo que le valió el apelativo de “el chivo”, que en el imaginario dominicano se le asocia con la virilidad.
Conocemos, asimismo esa disposición fría y sin escrúpulos para ordenar la aniquilación de sus enemigos o de quienes no eran de su agrado. Por otro lado, la ferviente devoción por su madre, muestra el lado humano –lado cruel, retorcido, pero pasible de afectos- de quien aparece ante nuestros ojos como un sujeto vil y monstruoso.
La tercera y última historia, que le da un ritmo ágil y creciente suspenso a la novela, es la conspiración, los planes para matar a Trujillo. Son siete los hombres comprometidos para ejecutar este arriesgado plan de consecuencias incalculables. Destacan entre estos justicieros
Antonio Imbert y Antonio de la Maza. La historia personal de cada uno es una muestra clara de las injusticias y los abusos sufridos en una sociedad dominada por la dictadura. Finalmente, el dictador fue emboscado, cuando viajaba en su automóvil, y murió por un proyectil de fusil que le arrancó un pedazo del hombro, y del brazo izquierdo.
Fuente: http://www.diarioinca.com/2008/07/resumen-de-la-fiesta-del-chivo-de-mario_05.html
Son tres las historias narradas en esta destacada novela de Vargas Llosa cuya temática es la dictadura,
la corrupción, el poder y el machismo latinoamericanos en sus peores formas, más delezanables, repugnantes y deshumanizadoras.
La segunda historia es la de Trujillo. La narración nos presenta al dictador en su vida pública y en sus costumbres íntimas. El narrador, al mostrarnos estos dos lados, consigue que apreciemos los diversos rasgos como persona (je), muy opuestos a los que podría haberse elaborado sobre la idea típica de un dictador. Lo humaniza, lo desmitifica en sus actos cotidianos, en sus pequeñas miserias y manías.
Si bien el eje temático de esta segunda historia recae en Trujillo, el lector, también se encontrara con una galería de personajes ligados al protagonista que van apareciendo y adquiriendo relevancia en el desarrollo de la novela. A estos personajes los ubicaríamos en dos grupos: El primero estaría conformado por la familia de Trujillo, y el segundo por los servidores políticos, en los que destacan el Coronel Johnny Abbes García, Henrri Chirinos y el ex presidente Joaquín Balaguer. Estos dos grupos se convierten en la puerta de entrada al mundo privado de la tiranía Trujilista, pues permiten al lector conocer, imaginariamente los diferentes conflictos y tensas relaciones desarrolladas por los involucrados en ese régimen.
A Trujillo, como decíamos, lo conoceremos presa de ciertas manías, entre ellas, su obsesión por la limpieza en sus subordinados, entre otros aspectos míticos de su imagen pública, en especial aquellos que le pintan ciertos atributos físicos como lo de nunca sudar en cualquier situación, o su capacidad desmesurada para satisfacer(se) sexualmente a las mujeres de su agrado, sin importar si eran las esposas o hijas de sus servidores, lo que le valió el apelativo de “el chivo”, que en el imaginario dominicano se le asocia con la virilidad.
Conocemos, asimismo esa disposición fría y sin escrúpulos para ordenar la aniquilación de sus enemigos o de quienes no eran de su agrado. Por otro lado, la ferviente devoción por su madre, muestra el lado humano –lado cruel, retorcido, pero pasible de afectos- de quien aparece ante nuestros ojos como un sujeto vil y monstruoso.
La tercera y última historia, que le da un ritmo ágil y creciente suspenso a la novela, es la conspiración, los planes para matar a Trujillo. Son siete los hombres comprometidos para ejecutar este arriesgado plan de consecuencias incalculables. Destacan entre estos justicieros
Antonio Imbert y Antonio de la Maza. La historia personal de cada uno es una muestra clara de las injusticias y los abusos sufridos en una sociedad dominada por la dictadura. Finalmente, el dictador fue emboscado, cuando viajaba en su automóvil, y murió por un proyectil de fusil que le arrancó un pedazo del hombro, y del brazo izquierdo.
Fuente: http://www.diarioinca.com/2008/07/resumen-de-la-fiesta-del-chivo-de-mario_05.html
Estos, liderados por los más malvados y salvajes jefes, Pedraò, Pajeú y el demoníaco Joaó Satán, se convierten a las palabras del Consejero. De la conversión de este último bandido renace Joaó Abade, el nuevo lugarteniente del Consejero y de los elegidos que deciden poner rumbo a un lugar estable, a una nueva Jerusalem que ya ha descendido del cielo: la aldeade Canudos, hacienda propiedad del Barón de Cañabrava.
Ambos identifican a los revoltosos del Belo Monte de formas distintas: los republicanos ven en ellos a unas marionetas, manejadas por losmonárquicos, que pretenden le restauración de la Monarquía y sus antiguos usos en el Estado de Bahía a costa de sembrar la inestabilidad política.
La historia se centra en la rebelión de un grupo de seres marginados, reunidos en una ciudad pequeña llamada Canudos (Brasil) que lucharán contra la República, recién instaurada, creyéndola que era el Anticristo.
La novela inicia la historia de Antonio el Consejero, un hombre muy flaco, y misterioso que recorría el Sertón de Bahía, predicando la palabra del Buen Jesús y anunciando la llegada del fin del mundo. Era seguido por un grupo de hombres; en cada pueblo que entraba restauraba iglesias y cementerios. En su caminar se le unieron: Joâo Abade, un cruel cangaceiro que era buscado por la policía. Joâo Grande, un negro errante que había matado a la mujer que lo crió; Antonio, el Beatito, joven con vocación religiosa y un gran amor por el prójimo; Pajeú, cangaceiro con una enorme cicatriz que le dibujaba la cara por completo; Antonio Vilanova, comerciante que había caído tres veces en la ruina económica; el León de Natuba, un ser deforme y pequeño, que caminaba como animal, tenía una hermosa letra y que posteriormente se convirtió en el escriba de Canudos; María Quadrado, mujer que había peregrinado a Monte Santo por haber matado a su pequeño hijo; y otros seres desposeídos.
El Consejero y toda su gente se asentó en Canudos, la tierra prometida, que era llamada Belo Monte; construyendo un gigantesco templo de piedra para el Buen Jesús. Rechazaban el matrimonio civil, la separación de la iglesia del Estado, el censo, el dinero, el sistema métrico decimal. Pasaron así los primeros años y cuando se enteraron las autoridades de esta situación enviaron una comitiva para buscar al dirigente de la rebelión. Los pobladores de Canudos – Se hacían llamar yagunzos, por ser alzados- los corrieron, dándoles una buena paliza.
Esta escaramuza provocó el envío de un centenar de soldados para el exterminio de Canudos. Esta primera expedición estuvo dirigida por el Teniente Pires Ferreira. Acamparon en Uauá y los yagunzos salieron a su encuentro. Los soldados descansaban y cuando vieron a lo lejos una procesión de gentes miserables, no se preocuparon por nada. Todos los yagunzos les caen encima ganando, de esta manera, su primera gran batalla.
Por otro lado, en Salvador o Bahía andaba un hombre rubio, tocando cráneos, era Galileo Gall, revolucionario y frenólogo escocés. A él le llega una orden de expulsión del país, por ser un extranjero indeseable; así que antes de ser expulsado decide solidarizarse con Canudos, lugar en el que veía como prosperaba una sociedad libre. Para esto va al diario “El Jornal de Noticias”, donde conoce a su director y presidente del Partido Republicano Progresista, Epaminondas Gonçalves. El anuncio que desea publicar no puede salir impreso. Tiempo después Gonçalves le propone llevar armas a Canudos, le pagaría bien y lo ayudaría a salir del país. Gall acepta, pero por cuestiones ideológicas.
Galileo Gall busca un pistero llamado Rufino, para que lo lleve a Canudos. Éste acepta, pero se va con la gente del ferrocarril de Jacobina. El revolucionario guarda las armas, que estaban en una carreta, en la casa del pistero. Pero se las roban e intentan matarlo, después de esta situación se abraza fuertemente con Jurema, esposa de Rufino. Ella despierta sus deseos sexuales y la viola. Pasados unos días es visitado por Caifás, hombre de Gonçalves que le confiesa que él había robado las armas e intenta matarlo pues su jefe necesitaba un hombre muerto con sus características físicas para hacerlo pasar como un inglés. Gracias a este muerto y las armas de marca inglesa, armaría una tetra para acusar al Barón Cañabrava, Jefe del Partido Autonomista, de conspiración y de querer restaurar la monarquía, ayudado por Inglaterra. Caifás estuvo a punto de matarlo, pero Jurema lo salvó y cuando Gall intenta hacer lo mismo, Jurema se lo impide. Ambos huyen en una mula; el revolucionario era casi ya un cadáver.
Por esos días había llegado a Queimadas la segunda expedición contra Canudos. Este nuevo ejército lo dirigía el Mayor Febronio de Brito, que tenía a cargo a más de quinientos hombres, dos cañones Krupp y dos ametralladoras. Al acampar en Mulungú, todos los guías, pisteros y cargadores se escaparon y fueron a pedirle perdón al Consejero por haber servido al Can.
La lucha comenzó en las faldas de Cambaio, los yagunzos caían y perdían terreno. Tiempo después huyen rumbo a Canudos. Los soldados creyendo que habían ganado, se tiraron al suelo, abriéndose sus ropas y zapatos. Mientras tanto en Belo Monte se reunieron hombres, mujeres, niños, ancianos y fueron en búsqueda de los ateos. Los sorprendieron descansando y los mataron. Es la segunda gran victoria yagunza.
Canudos había comenzado a crecer y todos los días llegaban miles de peregrinos. El Beatito los recibía y veía si eran los elegidos; Antonio Vilanova repartía los lotes para que las familias construyan sus casas; Joâo Grande se convirtió en el Jefe de La Guardia Católica, que tenía por misión cuidar al Consejero; María Quadrado, La Madres de los Hombres, tenía a cargo el Coro Sagrado, conformado por ocho beatas, que cocinaban, lavaban y cuidaban al Consejero.
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