Por: Jordi Marti
Una de las grandes falacias de la situación educativa actual es considerar la tecnología como garante per se de una mejora significativa del aprendizaje de nuestros alumnos. Ello presenta numerosas divergencias con los resultados reales y que se vienen demostrando por diferentes estudios. Tampoco me gustaría olvidar que, a pesar que haya este tipo de estudios aportando negatividad al uso de las TIC, no obsta para que otros alaben las grandes virtudes y amplísimo efecto positivo que ha tenido dicha introducción (curiosamente patrocinadas por las multinacionales tecnológicas y empresas de telecomunicaciones). Lo que sí que queda claro es que, a día de hoy, existen numerosas contradicciones sobre la afección de esa tecnología en nuestros alumnos.
Una de las grandes falacias de la situación educativa actual es considerar la tecnología como garante per se de una mejora significativa del aprendizaje de nuestros alumnos. Ello presenta numerosas divergencias con los resultados reales y que se vienen demostrando por diferentes estudios. Tampoco me gustaría olvidar que, a pesar que haya este tipo de estudios aportando negatividad al uso de las TIC, no obsta para que otros alaben las grandes virtudes y amplísimo efecto positivo que ha tenido dicha introducción (curiosamente patrocinadas por las multinacionales tecnológicas y empresas de telecomunicaciones). Lo que sí que queda claro es que, a día de hoy, existen numerosas contradicciones sobre la afección de esa tecnología en nuestros alumnos.
Uno de los grandes problemas, es hacer la consideración de la existencia de un aprendizaje visible con una tecnología invisible o, incluso llegar a considerar las herramientas informáticas como una adopción en lugar de una intrusión en nuestro modelo educativo arcaico, el cual no se ha adaptado metodológicamente a esa realidad, tal como nos muestran en la siguiente presentación (optimista y, basada en unos parámetros de adopción y asimilación inexistentes por parte de nuestros falsos nativos digitales).
La tecnología invisiblePor tanto, uno de los grandes errores que se están cometiendo, es mantener la tecnología totalmente visible y considerarla como la base de nuestro aprendizaje, sin haber realizado ningún tipo de contraste con el resultado que dicha implementación está teniendo sobre nuestros alumnos.
En el momento que, consideremos las herramientas como algo puramente funcional (como pueden ser unas zapatillas deportivas en el caso de un futbolista) y, planteemos que es el usuario (alumno) quien ha de dominar a la misma y, ser capaz de orientarla a sus necesidades, entonces llegará el momento de hablar de un aprendizaje significativo mediante una herramienta a la cual no se le va a dar mayor importancia.
En definitiva, cuando la prensa, consejerías de turno, congresos, etc. ya no hablen más de la cantidad de dinero y de los maravillosos productos tecnológicos que sestán adquiriendo para nuestras aulas, será el momento en que realmente nos encontraremos en el buen camino hacia un aprendizaje eficaz.
Fuente: http://www.xarxatic.com/tecnologia-visible-aprendizaje-indeterminado/